Los duende odian los gritos, las amenazas, los golpes y las mentiras.
Podemos intentar atraerlos con música tranquila y, en especial, música clásica en la que suene el sonido de una flauta.
Si quieres que te acompañen en tu vida, harás sonar música suave en la cocina.
Y olvídate del reloj. Los duendes no tiene prisa!
El mejor momento para comunicarte con ellos es durante el día, cuando el sol
esté en lo alto del horizonte. Este ritual, sin duda, lo debes llevar a cabo en la cocina.
Para contactar con tus duendes, debes preparar un tarta con miel en lugar de azúcar y agregar nueces o almendras.
Una vez cocida, la sacas del horno y dejas que se enfríe un poco.
Cortas una porción generosa, la colocas en un plato de barro cocido o loza,
preferiblemente de color blanco.
Añades leche en una taza (no desnatada!); una maceta con una planta bonita
(debe ser una planta sin espinas) y pones una servilleta como mantel.
Como los duendes no se llevan bien con el fuego, no uses inciensos ni velas.
Una vez que tengas todo preparado, cerrarás los ojos y dirás:
Podemos intentar atraerlos con música tranquila y, en especial, música clásica en la que suene el sonido de una flauta.
Si quieres que te acompañen en tu vida, harás sonar música suave en la cocina.
Y olvídate del reloj. Los duendes no tiene prisa!
El mejor momento para comunicarte con ellos es durante el día, cuando el sol
esté en lo alto del horizonte. Este ritual, sin duda, lo debes llevar a cabo en la cocina.
Para contactar con tus duendes, debes preparar un tarta con miel en lugar de azúcar y agregar nueces o almendras.
Una vez cocida, la sacas del horno y dejas que se enfríe un poco.
Cortas una porción generosa, la colocas en un plato de barro cocido o loza,
preferiblemente de color blanco.
Añades leche en una taza (no desnatada!); una maceta con una planta bonita
(debe ser una planta sin espinas) y pones una servilleta como mantel.
Como los duendes no se llevan bien con el fuego, no uses inciensos ni velas.
Una vez que tengas todo preparado, cerrarás los ojos y dirás:
"Yo (nombre y apellidos completos)
invoco a los duendes que viven en la cocina
de mi casa y les doy la bienvenida
a mi hogar. Prometo que siempre
compartiré la comida que prepare y,
a cambio, les pido
que bendigan mi casa y a mí mism@.
Qué siempre sobre el dinero
y la abundancia en nuestra familia.
Invoco su gracia
para todas las personas que aquí viven.
Y os agradezco
lo que ya estáis haciendo por mí".
invoco a los duendes que viven en la cocina
de mi casa y les doy la bienvenida
a mi hogar. Prometo que siempre
compartiré la comida que prepare y,
a cambio, les pido
que bendigan mi casa y a mí mism@.
Qué siempre sobre el dinero
y la abundancia en nuestra familia.
Invoco su gracia
para todas las personas que aquí viven.
Y os agradezco
lo que ya estáis haciendo por mí".
A partir de esta invocación, cada vez que cocines, separarás una pequeña porción (es un simbolo) de lo cocinado y lo dejarás sobre la servilleta
que hace de mantel para los duendes, fuera de casa, en el lado
exterior de la ventana.
Les encanta lo dulce con miel, crema, frutos secos pero no puedes ofrecerles carne ni salsas porque no lo aceptarán.
A la mañana siguiente, cogerás esa pequeña porción, la envolverás en un papel blanco y la echarás a la basura.
Si durante unos días no has podido cocinar, un montoncito de azúcar o alguna galleta les hará felices.
Recuerda que es muy importate dejarles algo nuevo todos los días.
Renueva la servilleta porque
son escrupulosos con la limpieza y cuida de la planta que les has regalado.
A los duendecillos les maravillan las cosas brillantes, tanto si tienen
valor real como si no lo tienen a nivel económico.
Si en tu casa reina la prosperidad significa que los duendes están llevando
a cabo sus tareas y una buena idea es hacerles un regalo:
Un collar, una pulsera, piedras de colores, canicas, etc.
serán muy apreciados por estos seres mágicos.
Puedes dejarlos junto a la maceta, en su servilleta o cerca de la ventana.
Te ganarás su favor y trabajarán para que a tu hogar no le falta de nada
y tus duendes se sentirán felices.
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